martes, agosto 14, 2007


ANORMALES:


Mientras cenaba unos tomates con sal y unos pepinos de una fantástica huerta de Nerva, encendí la tele con poca ilusión de encontrar entre la oferta veraniega algún programa que me impidiera ir a la cama antes de las once. Los telediarios ya habían hecho los repasos de fenecidos de forma natural o violenta. En zonas como en Irak o en casos como los de violencia de género, la línea que separa los calificativos empieza a ser difusa. Era el turno de los anuncios, de alguna película sacada del baúl de los recuerdos y del casting de Supermodelos en Cuatro.

Vaya programa. Lo dejé unos segundos con una malsana intención que se fue convirtiendo en indignación y vergüenza ajena cuando pasaron dos o tres minutos. Un jurado friki_ en el peor sentido de la palabra_ y unas concursantes anormales. Y generalizo. Hay una teoría de la primera mitad del siglo XX llamada seis grados: Cualquier persona está conectada a otra por un máximo de cuatro personas. Los que vivimos aquí en Sevilla sin duda le daríamos la razón. Pero miedo me da, pensar que estoy tan cerca de los personajes que ví ayer en el citado programa.

Quizás es mi educación o mi forma de entender la vida, pero no puedo entender a la gente que acude a este tipo de cosas. Entiendo el fin. Fama, gloria a lo Warhol, dinero. No entiendo los medios. Sacrificio físico extremo, hambre, fiestas vacías, el mundo que representan y la gente a la que representan. Para colmo, desfilaban por allí mientras eran lapidadas verbalmente por tipejos extraños y en posesión de su verdad.

No sé como una persona puede depositar sus ilusiones y esperanzas, su futuro en el cuerpo. En dar zancadas por una pasarela vistiendo o portando cosas extrañas o presentando diamantes o sujetadores de perlas. Como diría mi abuelo: "Con la que está cayendo". No lo entiendo. Pero eso no era todo. Una vez que apartas de tu mente todo esto ( lo cual es imposible ), empiezo a ver a descartadas del casting indignadas por los criterios de selección y apoyadas por sus incondicionales familiares aún más exaltados que la afectada. ¿ Criterios de selección? Alta, muy delgada y guapa. No hay otro. ¿ Qué lleva a una mujer u hombre estéticamente "normal"_ y esto es muy sencillo saberlo_ a un programa como este? Yo nunca me atrevería a humillarme así porque mi abuela me dijera una y otra vez que "su niño es el más guapo del mundo". Entrecomillo el normal por si acaso. En su estado natural, vamos. ¿ Qué es bello o feo? En este mundillo lo tienen claro y el que asiste a un casting de estos tiene que saberlo. Pero parece que ni eso. Allí, en ese mundo anormal, pululaban unas niñas anormales acompañadas de padres anormales. Recordé el libro de Baroja, "El Árbol de la vida", cuando el protagonista se imaginaba disparando a sus odiosos compañeros de universidad mientras salían a la calle. Pero era un pensamiento y tampoco tenía claro el objetivo. No quiero ser parte de los telediarios. Pues eso...

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