jueves, octubre 09, 2008


Money, money...


"El dinero hace girar al mundo". Eso cantaba Liza Minelli y tenía más razón que una santa. El problema es la forma en que gira. Ya estoy aquiiii... nos susurra al oído la temida y anunciada en susurros Crisis Económica. Cuando a mi hijo le expliquen en el colegio que tras la gran depresión de los años 30 vino la de estos tiempos, quizás estemos envueltos en otra debacle económica de índole internacional. No sería extraño. Esa mano poderosa en las épocas de bonanza que llaman Neoliberalismo, nos ha llevado a esta situación y las soluciones que se están postulando sólo parecen indicadas para reconducirnos a la misma senda de la que ahora nos hemos salido.

Hipotecas Subprime, especulación de precio del petróleo, burbujas inmobiliarias, desempleo masivo o el precio de los alimentos, son causas o consecuencias del batacazo del sistema económico mundial. Es un desastre. Los gobiernos de todo el mundo se lanzan a nacionalizar entidades de inversión o aseguradoras e inyectan grandes cantidades de dinero o bajan tipos de interés y elevan las garantías de nuestros ahorros_ no por nosotros, sino para evitar la fuga de capitales_ o compran activos ( de los buenos ) a los bancos.

La canción de Cabaret, tiene algunas lagunas. Los que hicieron fortuna aprovechando la libertad de movimientos adquirida las mantendrán con la connivencia de los entes públicos de los que antes no querían saber nada y los currelas ahorcados por los bancos mirarán la soga rezando porque los actores principales no les den el golpe de gracia. Es lo de siempre.

Por cierto, no creo hacer demagogia si me pregunto, qué se podría hacer con una parte mínima de todo el dinero " de los rescates" si se emplearan en prevenir o subsanar problemas estructurales en países a los que estos vaivenes ni les atañen de lo miserables que son.

En las fotos de ZP con los representantes de los bancos y cajas de ahorro de nuestro país, no vi gestos de preocupación. ¿ Qué problema va a tener un Paquito González o un Botín? Las caras de los trabajadores de Ford en Almussafes, los de Fadesa o los agraciados con viviendas de VPO que tienen que rechazar por falta de confianza de los bancos es otra cosa.

A nosotros nos piden confianza tras un abuso por su parte de varios años. Va en nuestro debe pero ¿quién sigue gastando? ¿Y qué gasta el que no tiene?. Es difícil confiar en los políticos e imposible en los encorbatados de bolsillos llenos. También tenemos que criticar nuestras formas de vida plagadas de necesidades creadas y ficticias y nuestro afán por tener, por poseer. La próxima vez que los bancos "regalen el dinero", cuidado. Ya sabemos que una hipoteca de 600 euros se puede convertir en tres años en una de 1.000; para esto no hay que saber de Tesoros del Estado, de Bolsa y de Inyecciones de dinero.


Y así están las cosas. Aderezadas con un montón de datos económicos, índices y valores bursátiles que se traducen en el amigo al que han despedido, el que no puede llegar a fin de mes o el que no puede empezar el negocio de sus sueños porque el banquito de turno ya hizo caja meses atrás y ahora no está interesado en prestar dinero.

Por mi parte, estoy tranquilo porque tengo garantizado 100.000 euros si mi banco quebrara y por ello voy a celebrar con los directivos de AIG el alivio gastándome en algún hotelito 443.000 dólares. Con dos cojones. Pues eso...

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