
GALLARDÓN:
No puedo evitarlo. Vuelve la política a esta ventana. Intento desengancharme. Aunque no te ocupes de la política, ella se ocupará de tí. Esto sucede, sobre todo, cuando se aproximan las elecciones y el circo irrumpe con mayor algarabía de la acostumbrada. Ayer el monotema fue la exclusión del alcalde de Madrid de los candidatos al Congreso. El señor Rajoy le comunicó, ante su más feroz detractora_ la señora Aguirre_ que no contaba con él. Duro varapalo para el personaje más valorado de la derecha española que se plantea su retirada de la política tras las elecciones del 9 de marzo. Hasta aqui, lo que sucedió. Cada periódico lo enfoca según su editorial, y me llama la atención que en algunos aparecen hasta las frases que en el encuentro se dijeron. Eso que llaman filtraciones...
El señor Rajoy, proclamó su independencia_ que lo haga ya huele mal_ y dijó con esa forma de hablar tan irritante que tiene que sólo "daría cuenta a los españolesh". Vamos, las tonterías que se dicen cuando no se tiene nada que decir. Tras el nombramiento del millonario Manuel Pizarro como número 2 por Madrid, el señor R. se las prometía muy felices; pero en la línea del PP en estos últimos años, volvieron a la botica y pidieron otra pizca de arsénico para continuar con el suicidio político al que la falta de personalidad y autoridad de su máximo dirigente les está llevando. Un poquito más lejos, a la derecha de la derecha, se descojona Aznar y maneja a los títeres con desparpajo. No hay que ser muy tendencioso ni lector asiduo de El País ( que lo soy ) para ver como detrás o de la mano de todo lo que sucede o deja de suceder en el PP, está el greñoso ex-presidente de este país de himno sin letra_ sería mejor si tampoco tuviera himno, la verdad_. Qué pena!
Todo esto, además de dejar consecuencias políticas de más o menos calado, socialistas contentos, peperos satisfechos y enfadados... ha sido un ejercicio de poca sensibilidad hacia una persona que ha dado su vida por una causa, afiliado a un partido como el PP, que cada vez se distancia más de las ideas centristas de Gallardón.
La crueldad con la que se le ha tratado, es una metáfora de esta nueva derecha radical que nos pedirá su voto en un par de meses. Si optara por marcharse, aparecería en escena la siniestra Anita Botella, y ese sería "el séptimo día" para su marido greñudo y descansaría. Da hasta miedo pensar, que estas combinaciones hayan sido maquinadas de antemano. Por su parte, y para finalizar la rueda de prensa en la que el todavía alcalde de los madriles, mostraba sus sensaciones ante la putada que le habían hecho, pidió el voto para su jefe. Un mal jefe y un gran empleado. Pues eso...
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