viernes, marzo 28, 2008


Lo tuve a 500 metros. Ayer me estremecí mientras escuchaba las andanzas del presunto asesino de Mari Luz. Durante dos o tres meses, quizás más, estuve viviendo a dos minutos del sádico pederaste y ahora, posible asesino de una niña. El vil personaje, estuvo acampado frente al centro comercial Alcampo, urdiendo una de sus múltiples estafas.

Sin duda, la detención de este individuo, es la noticia de la semana. Todas las semanas, todos los días hay muertes e injusticias del mismo calibre, pero de vez en cuando hay una que por muchas razones nos conmueve e indigna de forma más especial. Por la edad de la víctima, por la brutalidad, por la cercanía geográfica... Normalmente, vemos a estos depredadores humanos bajo una capucha o sentado de espaldas ante el juez. Demasiado lejos. En esta ocasión, hay cientos de imágenes, videos y reportajes periodísticos sobre el presunto asesino. Demasiado cerca.

Personas embargadas o expulsadas de sus viviendas por una factura impagada y violadores con sentencia firme que pasean por las calles de nuestra ciudad. Es lo que hay. Excepciones, espero, que tienen un alto precio.


Todos los que hemos visto alguna peli porno, o alguna de Ozores, tendremos la machista imagen de la enfermera semidesnuda con faldita y cofia. Como siempre, la realidad imita a la ficción y la empresa Jose Manuel Pascual Pascual S.A, que regenta varias clínicas concertadas con la Junta de Andalucía, sigue exponiendo a sus enfermeras y auxiliares a tan denigrante situación. El dueño de la empresa, ha comentado que lo hace para diferenciarlas del resto del personal y para una mayor productividad empresarial. Qué cabrón! Hasta ahora, en mis visitas a hospitales no he tenido problemas para reconocer a los sanitarios enfundados en los pijamas blancos, azules o verdes. Los motivos económicos son de risa... la misma que le entrará al gerente de esta empresa mientras recibe dinero público y se aprovecha de inserciones publicitarias gratis en los medios. La verdad, es que pegas dos patadas y sale la España cañí por todas partes.


Este verano se celebran los Juegos Olímpicos en China. Hace tiempo comenté la contradicción entre el espíritu olímpico que promulgaba Coubetain y el lugar donde se van a celebrar los Juegos. Un país dirigido con mano de hierro, sin libertades, donde se expulsa a la gente de los barrios para construir grandes edificios para "chulear" ante el mundo. Un país sin libertad de opinión ni de prensa. Un país muy poderoso... eso sí. Nadie en estos años ha levantado la voz contra esta potencia económica mundial que oprime a su pueblo, y han sido unos monjes desarmados los que han vuelto a remover conciencias. Ha sido oportunista y seguramente auspiciado por el Dalai, pero no olvidemos que el Tíbet está ocupado hace 50 años por China. Si la presión internacional y la celebración de las olimpiadas hacen que poco a poco este país camine hacia la democracia... no me lo creo. Pero ojalá. Nadie le dará las gracias a los muertos que nunca reconocerán.


Bueno, no continuo porque no estoy "muy fino". Os deseo un buen fin de semana.

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OTRA ASESINADA

No la recordará el camarero de ese bar en el que tomaba café mientras esperaba que los hijos salieran de las extraescolares. Tampoco el caje...